Se ha convertido en piedra angular de mi vida rodearme de quienes entienden que el tiempo libre no solo sirve para la evasión lúdico-festiva, sino también como un espacio donde se construye, se crea y se dinamiza. Ese camino compartido te hace crecer y, al mismo tiempo, te convierte en un puente: un pegamento entre la esfera política y las realidades más necesitadas, un auténtico interface social que permite a unas personas alcanzar lo que de otro modo les sería inaccesible, y a las instituciones llegar allí donde saben que deben estar presentes.
En este pedacito de mi espacio que comparto contigo, porque quiero me nace, te cuento en los proyectos en los que creo y en los que, sinceramente, he tenido el privilegio de poder colaborar. Digo privilegio porque, sinceramente, me han devuelto a nivel personal, mucho más de lo que yo les he dado. Emoción, crecimiento, logro, unidad... y tantas cosas.